miércoles, 30 de marzo de 2011

ethnicolor ii













se les representaba hermosamente torturados,
retorciéndose y aullando,
y salía de sus bocas: " ¡mahoma! ¡mahoma! "
tal y como le invocaban en la agonía...
ch. r. maturín

fused into one mysterious cosmic drone
h. p. lovecraft

nos moviamos a una velocidad considerable, pero aún así, a la deriva. triste penumbra crepuscular. duras oleadas de gris en la mañana. ¡ ibrahim ! - escuchaba- ¡ talib ibrahim ! -me decían-  pero había gritos de agonía en todas partes. todo era imposible de reconocer. aquella mañana no tenía rostro y entonces, la gavia reventó en el piso. un grupo de personas jalaban la última embarcación sobre sus gavietes. una violenta ráfaga de aire me hizo comprender. al menos quise comprender. que no había nada que comprender aquel día. también la lluvia persistente era triste y nos sentíamos terriblemente desconsolados. los gritos, los gritos de espanto (esos, que formaban figuras negras en el cielo) eran extensos. y nosotros.  petrificados. observabamos trescientas naves destruidas.cientos de hombres ahogándose. resistiendo en la arena. aferrándose a la existencia. creo recordar que algunos me gritaban: ¡ ibrahim ! - ¡ talib ibrahim ! pero el piso había desaparecido debajo de mis pies.
   me movía a una velocidad considerable (acompañado de la triste lluvia de ese día) sobre las grandes (negras) olas que contrastaban con la claridad de la arena. sentía frio pero en realidad no tenía frio. estaba detrás de una fina cortina traslúcida (moviéndome, a gran velocidad)observando la tragedia desde un mundo distante.  los gritos de incertidumbre eran ecos (casi lejanos)punzantes e interminables en mi estómago. me sentía dividido entre el mar profundamente oscuro y la delgada línea blanca de la arena. a veces. sentía que perdía la respiración. a veces. sentía que volvía a la vida. aferrándome a un pedazo intacto de existencia. lleno de objetos que flotaban a mi alrededor (nebulosos e indistintos).  desprendido en el gris y en la dulce gravedad del negro. había una seria de voces que se manifestaban como grandes manchas negras en el cielo. duraban unos segundos y nunca podías encontrar su forma precisa. sabía que estaba (con cierta gravedad, he de decir) solo, y una ráfaga de aire me hizo comprender y observar, por última vez, las formas imprecisas de esas voces, y del cielo...

viernes, 25 de marzo de 2011

you're that kind of man...



creíste ver los peldaños de una escalera secreta
avivas el fuego escupiendo claret de bordeaux
arrastras tus pies por corredores interminables
pero no hay fuego, ni pasillo, ni escalera...
tan sólo este íntimo momento
en que tu rostro reposa sobre las sábanas...

sigues imaginando un color inexistente
tus sueños están poblados de ruidos que tu vigilia destruye
pasas el día taciturno buscando una frase perfecta
pero no hay color corazón...
y la frase es el ruido
de este instante poderoso
en que cierras los ojos
y el sol te baña de rojo...